Desde hace siglos, los monjes han sido sinónimo de excelentes maestros de las artes marciales, principalmente aquellos provenientes del templo Shaolín de la provincia china de Henan.
El Kung Fu es un arte marcial de la antigua China que encuentra su principal fuente de fortaleza en la mente; la cual le permite a los monjes tener un control casi absoluto de su cuerpo.
Dentro de este arte marcial se ponen en práctica diferentes técnicas que ayudan a manejar y tener un mejor control del equilibrio, la fuerza, la resistencia y la autodefensa los cuales tienen sus raíces en la medicina tradicional china y los 5 elementos.
La “Paciencia” y el “Trabajo” ,son los pilares de principios de la escuela. Puesto que sólo con la práctica seria se puede alcanzar la fé en sí mismo. Y con la “Paciencia”se puede obtener el objetivo que como meta se establezca alcanzar en la vida.